Por A. L., en La Nueva España
El sistema de vacunación en Asturias puede ser una auténtica odisea para alguien que haya cambiado su número de teléfono y pretenda actualizarlo, algo necesario para ser llamado para vacunarse. Un hombre de 41 años tardó más de un mes y medio en conseguirlo y, finalmente, tuvo que pedir un favor personal para hacerlo.
El primer intento lo realizó enviando un correo electrónico a un mail destinado a incidencias covid pidiendo que le cambiaran el número de teléfono que tenían de él. Al no obtener respuesta a su requerimiento, lo intentó por medio de un teléfono en el que le respondió un automático al que le dejó el nuevo número de teléfono, pero seguía pasando el tiempo y nadie le llamaba para vacunarse.
El último intento fue el de ir directamente al ambulatorio que tenía asignado, donde, por tercera vez, indicó su nuevo número de teléfono.También en este caso pasó el tiempo sin que le llamaran. El último intento ya fue el de pedir un favor personal a alguien que tenía acceso al ordenador donde se registran los teléfonos de los ciudadanos para que le cambiaran el número y, por fin, ser llamado para darle una cita y poder obtener la primera dosis que inmuniza del coronavirus.
Pero no es el único caso. Un gijonés de 37 años llamó en marzo para cambiar su número. El robot le contestó que el cambio se había realizado correctamente y que le llamarían para confirmar el cambio. La llamada nunca llegó. Cuando este asturiano empezó a ver que vacunaban a los de su edad volvió a llamar. «El sistema me dijo que el número desde el que llamaba no era el mío y es muy raro porque yo siempre recibí todos los mensajes del Sespa en este número», relata. Mandó un mail al Sespa y otro al área sanitaria V. Pero nada funcionó. «Al final me lo cambiaron en el call center que de aquella estaba todavía activo en los centros de salud», relata.