Hay señales que evidencian el fin como síntomas inequívocos de una enfermedad terminal. En el caso de los pueblos, estas señales son el cierre del bar y de la escuela.
Primero, la voracidad fiscal de una administración despiadada se cebó con los bares tienda. Los gobernantes estuvieron más atentos a la recaudación de impuestos y a la imposición de normas y regulaciones, que a la evidente función social de estos establecimientos.
Este olvido intencionado de la función social de la empresa es una de los males que caracteriza a las administraciones socialistas. Por eso nunca está de más recordar que, como reivindicara la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), sin empresas no hay “paraíso”.
En este sentido, es urgente una normativa que reconozca la especificidad y función social de los bares tienda en los pueblos del conceju de Llanes y del resto de Asturias.
Ahora, también las escuelas de Pendueles y Parres corren peligro y han hecho muy bien los vecinos de estas dos hermosas localidades en movilizarse, conscientes sin duda de que el cierre de las mismas es una señal inequívoca del fin. A fin de cuentas, ¿qué futuro puede haber sin críos que van y vuelven de la escuela? ¿a quién contará la manzana reineta “el idiliu paxareru de la miruella[1]”?
Por esto es tan sangrante que Llanes esté fuera de “Asturias, un Paraíso Nómada Digital”[2], un programa precisa y específicamente enfocado y diseñado para atraer población a los núcleos rurales.
Sin niños, sin escuelas no habrá pueblos vivos. Y sin pueblos, no hay paraíso. Ni sin estrategia y sin rumbo, habrá futuro.
[1]Ante una raineta Francisco de la Vega: “Y dimi tú si ena quima en que ñacisti, ficieren dalgún ñeru les miruelles, que escaparen como tú de la rapiña, de los críos que güelven de la escuela; ¡Y cuntami del idiliu paxareru tou cuantu visti, cuantu sepas! Como fueron faciendo el blandu ñeru, con herbines con mofu, con varetes(…)”
[2] https://www.nomadasturias.com/
En la fotografía central, de COPE Ribadesella, la escuela de Pendueles.