fbpx

A Asturias llegará el BVE, no el AVE

por netastur

Por Francisco Álvarez-Cascos, en El Comercio

El gobierno sanchista, a través de su brazo ejecutor de ADIF, está intensificando estos días una potente campaña mediática para camuflar el monumental timo político y económico que está perpetrando contra los asturianos al sustraernos por segunda vez -el primer intento fue obra de Rodríguez Zapatero en 2011, impedido por Rajoy en 2017- la condición de línea de alta velocidad al itinerario Madrid-Oviedo/Gijón/Avilés, concedida y reconocida en el PIT 2000-2010 por el gobierno de José María Aznar, e iniciada en 2004.

La maniobra no es de recibo. Pero mucho menos lo es el flagrante engaño que acompaña a su ejecución. La obra de tendido de vías que actualmente se está ejecutando en la Variante de Pajares, prolongando la del tramo León-La Robla, no corresponde a una línea de alta velocidad, como tampoco lo es el tramo Valladolid-León. Los curiosos no especializados en asuntos ferroviarios pueden consultar fácilmente en Internet el texto de la Directiva 2008/57/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 17 de junio de 2008 sobre la interoperabilidad del sistema ferroviario dentro de la Comunidad (Texto refundido de las Directivas anteriores de 1996, 2001 y 2004) que en su Anexo III explica lo que son las redes del sistema ferroviario transeuropeo de alta velocidad. Literalmente, establece que “las líneas de alta velocidad incluyen:

-las líneas especialmente construidas para la alta velocidad, equipadas para velocidades por lo general iguales o superiores a 250 km/h,

-las líneas especialmente acondicionadas para la alta velocidad equipadas para velocidades del orden de 200 km/h,

-las líneas especialmente acondicionadas para la alta velocidad, de carácter específico debido a dificultades topográficas, de relieve o de entorno urbano, cuya velocidad deberá ajustarse caso por caso. Esta categoría incluye también las líneas de interconexión entre las redes de gran velocidad y convencionales, los tramos de estación, el acceso a las terminales, almacenes, etc., que son recorridos a velocidad convencional por material rodante de «alta velocidad».

 

Estas redes incluirán los sistemas de gestión del tráfico, de posicionamiento y de navegación, instalaciones técnicas de tratamiento de datos y de telecomunicaciones previstas para el transporte en dichas líneas con el fin de garantizar una explotación segura y armoniosa de la red y la gestión eficaz del tráfico”.

 

No quité ni añadí una coma a la definición oficial europea de una línea de alta velocidad. La supuesta línea de AVE (alta velocidad española) que ADIF construye en Asturias se anuncia con tiempos de 3 h. 30´para cubrir la distancia de 470 km entre Madrid y Gijón, lo que supone 134,3 km/h de velocidad; o de 3 h. para cubrir la distancia de 446 km entre Madrid y Oviedo, lo que supone 146,7 km/h. Estos tiempos distan mucho de una línea de AVE; son tiempos de una línea de BVE (baja velocidad española), dígalo Agamenón o su porquero. ¿O no?

Quizá haya quien me entienda mejor si comparamos las velocidades de la línea BVE asturiana con las auténticas líneas AVE españolas, de acuerdo con los tiempos de viaje que anuncia RENFE en sus horarios:

Madrid-Zaragoza, 219,2 km/h;

Madrid-Valencia, 223 km/h;

Madrid-Alicante, 200 km/h;

Madrid-Sevilla, 204 km/h;                                                                         

Madrid-Málaga, 198 km/h;                                                                                    

Madrid-Barcelona, 268 km/h.

 

Con estos datos a la vista, los asturianos tenemos derecho a reclamar, en nombre de la igualdad y de la solidaridad, una línea de AVE similar al resto de las Comunidades Autónomas del Levante y del Sur de España. Los asturianos tenemos el deber de protestar porque, mientras el gobierno sanchista se vuelca con el desarrollo de una nueva línea de AVE de 1.000 km en el Corredor del Mediterráneo, hace todo lo contrario en los 50 km. de la Variante de Pajares y en el resto de los Corredores ferroviarios del Noroeste (Galicia, parte de Castilla y León y Cantabria). Los asturianos tenemos la obligación de denunciar que, siendo los transportes de viajeros y de mercancías unas palancas fundamentales en el progreso económico de un territorio, el gobierno sanchista nos penaliza y nos discrimina. Los asturianos tenemos legitimidad para reclamar que nuestros puertos de El Musel y Avilés queden integrados en las redes transeuropeas de transporte mediante una red de vías de ancho europeo o estándar, para competir en igualdad de condiciones con los puertos vascos o de Levante.  Los asturianos tenemos derecho a recordar que, siendo el ferrocarril el medio de transporte más respetuoso con el medio ambiente -por el que apuestan las instituciones europeas para lograr un nuevo modelo de sistema de transportes que compita eficientemente con la carretera y con el aeropuerto- el gobierno sanchista debe de cumplir en el Noroeste con los objetivos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para el sector del transporte.

Para conseguir estos objetivos, el gobierno de España presidido por José María Aznar impulsó entre 1996 y 2004 las dos grandes Variantes del Guadarrama y de Pajares. La primera está en servicio, con todos los requisitos europeos de una línea AVE, “especialmente construida para la alta velocidad” como establece la Directiva Europeo. Por el contrario, la de Pajares con sus dos grandes túneles de 25 km de diseño y longitud parecidos a los del Guadarrama ya calados desde 2009, continúa en pleno proceso de construcción y de prostitución, para degradarla a la condición de línea BVE de baja velocidad apta para los trenes convencionales. No nos dejemos engañar por la propaganda mediática. Con el gobierno sanchista, a Asturias llegará el BVE, no el AVE. El futuro de Asturias necesita que los asturianos comencemos a tomar conciencia de las causas y los causantes de nuestra decadencia.                                                   

Relacionados

FORO Asturias