Por Franco Torre, en LNE
El conflicto en torno a la intervención en el castro de Chao Samartín, lejos de aclararse, se recrudece con el paso de las semanas. Con el proceso de licitación para realizar las obras ya en marcha, la asociación Hispania Nostra, que vela por el patrimonio histórico-artístico, estudia la inclusión del yacimiento de Grandas de Salime en su lista roja de patrimonio en peligro. En paralelo, la Asociación Profesional de Arqueólogos, Conservadores y Museólogos del Principado de Asturias (APACMA) continúa recabando apoyos contrarios a la ejecución del proyecto, sumando ya más de un centenar de adscripciones entre profesionales del sector, tanto españoles como del resto de Europa y Estados Unidos. Su reivindicación es clara: piden al Ministerio de Cultura que paralice un proyecto que, consideran, atenta contra el patrimonio.
El conflicto en torno a la intervención en el Chao Samartín, latente durante meses, se ha relanzado ante el inicio del procedimiento de licitación, por parte del Ayuntamiento de Grandas de Salime, de la controvertida intervención según el proyecto firmado por los arquitectos Jaime Represa y Silvia Ollacarizqueta. Pese a que la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo se había comprometido a integrar en el proyecto las recomendaciones de expertos e instituciones como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), una organización vinculada a la Unesco, el proyecto que se está licitando es el original. La explicación, según la consejería y el Ayuntamiento de Grandas, es que se tramita este proyecto para asegurar una cuantiosa ayuda del Ministerio de Fomento: 439.382 euros de los 740.294 en los que está presupuestado el proyecto. Pero la Consejera de Cultura, Berta Piñán, ha asegurado que, una vez licitada la intervención, se incluirán esas modificaciones a través de un convenio que suscribirán el consistorio grandalés y el Principado.
“Lo que está haciendo la Consejería es una huida hacia delante, supongo que tendrán miedo de perder la ayuda del ministerio. Pero este proyecto no se puede ejecutar, porque tiene unas lagunas tremendas”, sostiene Rubén Montes, presidente de APACMA, quien achaca las carencias del proyecto al hecho de que sea un estudio realizado exclusivamente por arquitectos, y sin participación de arqueólogos e historiadores.
La asociación, precisa Montes, ha denunciado el proyecto ante el Ministerio de Cultura: “Esperamos que ellos tomen la decisión que no se ha tomado aquí y paralicen el proyecto antes de causar un daño patrimonial. Lo que nosotros reclamamos es, ni más ni menos, lo que pide también el Icomos: la refacción total del proyecto. No sirve de nada poner parches”, sostiene.
La polémica ha alcanzado dimensión nacional e internacional. Coincide con las actuaciones de la asociación Hispania Nostra, que la semana pasada desplazó a una delegación a Grandas de Salime para visitar el Chao Samartín, en el marco de sus estudios para decidir si el castro entra en la Lista Roja. En su recorrido por el castro, los representantes de Hispania Nostra estuvieron acompañados por el alcalde grandalés, Eustaquio Revilla, y por el director general de Patrimonio, Pedro León Gasalla, y se entrevistaron también con representantes de APACMA, y pudieron comprobar, sobre el terreno, las sensibilidades en conflicto en torno al yacimiento.
“Ahora mismo estamos revisando toda la documentación sobre el castro”, explica Víctor Antona, coordinador de Hispania Nostra. Aunque no da plazos para concretar cuándo decidirán si el Chao Samartín, sí garantiza que será objeto de una reflexión profunda: “Trataremos de hacerlo de manera desapasionada. Sobra pasión en este tema”, concluye.