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“Queremos también que se oferten de manera inminente las subvenciones no ofrecidas a los centros educativos para el curso 2020/2021”
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“Además, proponemos que se defina un amplio catálogo de ofertas que incluya nuevas actividades educativa”
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“La guía de programas educativos de 2019 no ofrecía novedad alguna y fue severa e incomprensiblemente recortada en el curso 2020/2021, precisamente cuando más apoyo necesitaban los centros educativos”
La concejala del Grupo Municipal de FORO en el Ayuntamiento de Gijón, Montserrat López Moro, ha informado hoy sobre la Proposición que llevará al próximo Pleno con el objetivo de alcanzar un acuerdo para:
- Elaborar una Guía de Programas Educativos (2021/2022) que contenga un plan de contingencia respecto a la oferta de actividades contemplando las distintas posibilidades, alternativas y opciones que puedan derivarse de la situación epidemiológica con que nos encontremos llegado el momento.
- Ofertar de manera inminente las subvenciones no ofrecidas a los centros educativos para el curso 2020/2021
- Establecer las bases para la concesión de subvenciones a los centros educativos para el curso 2021/2022 y efectuar la oportuna convocatoria.
- Definir un amplio catálogo de ofertas que incluya nuevas actividades educativas.
En la exposición de motivos de la Proposición plenaria, López Moro afirma que “las posibilidades educadoras de Gijón, que dispone de incontables recursos para plantear una formación integral de la ciudadanía, en la actualidad, aun con la innegable influencia de la crisis derivada de la coyuntura generada por la situación de pandemia, prácticamente han caído en el olvido”.
La concejala de FORO explica que la denominada ‘Guía de programas educativos’ recoge la amplísima oferta que, desde la Concejalía de Educación, y con la colaboración de otras concejalías y organismos municipales, se pone a disposición de todos los centros de enseñanza de Educación Infantil, Primaria y Secundaria de Gijón. “Podría afirmarse que dicha herramienta aspira a cumplir una triple finalidad teórica: de una parte, completar la tarea docente del profesorado con una serie de recursos y actividades educativas y culturales; por otro lado, propiciar la participación del alumnado en la ciudad y, finalmente, promover la igualdad de oportunidades de todos los escolares para acceder al conocimiento y formación desde la transversalidad y tomando la ciudad y sus recursos como agente educador”, resume.
“Su aspiración pues, -aclara la edil forista- es la de establecer la necesaria interconexión de la escuela con la ciudad, tanto por la diversidad de actividades que complementan los currículos educativos, como en atención a la presencia de numerosos agentes educativos que desarrollan un ingente número de estas actividades. En este sentido, se ofertan más de 400 actividades diferentes (sin incluir FETEN), muchas de las cuales se mantienen en atención a la demanda y necesidades curriculares de cada curso escolar, mientras que cada año la oferta se incrementa como consecuencia de la inclusión de nuevas propuestas tendentes a ampliar la temática y a cubrir distintas y novedosas necesidades fruto de una demanda que es necesariamente dinámica. El número total de usos por los escolares alcanzó la cifra de 99.961 en el curso 2018 en las actividades gestionadas directamente por el Departamento de Educación, excluyendo del cómputo actividades directamente gestionadas por entidades como el Acuario, el Jardín Botánico Atlántico, la Oficina de Políticas de Igualdad u otras, así como las directamente gestionadas por distintas asociaciones.
En los años precedentes, desde la FMC se ofrecían cada curso lectivo más de 400 actividades, dentro del horario escolar (las denominadas complementarias) y de las que hacían uso hasta 10.000 estudiantes, con la consiguiente incidencia en la mejora de la calidad educativa conjunta de los centros, cuya labor integraban perfeccionando de ese modo el sistema educativo ampliamente considerado”.
“Este amplio catálogo de ofertas implicaba el correlativo esfuerzo que venían acometiendo las diferentes concejalías afectadas y su personal técnico, quienes realizaban una ímproba tarea de organización y coordinación que pasaba por el establecimiento de amplios acuerdos entre todas las partes hasta definir un modelo que suponía un decidido apoyo para toda la comunidad educativa.
En el programa electoral con que el actual equipo de Gobierno concurrió a las últimas elecciones en el año 2019 se hace referencia a una serie de hitos que, como no podía ser de otro modo y desde el momento en que se trata de definiciones y aspiraciones teóricas de carácter genérico, cualquier miembro de la comunidad educativa y de las familias debemos compartir, máxime cuando se invocan nobles principios que deben ser un lugar común en tarea tan sensible y esencial como es la educativa.
Sin embargo, la realidad está siendo muy distinta, pues ese ambicioso y loable anuncio electoral se tradujo en la publicación, en el propio año 2019, de una guía de programas educativos que no ofrecía novedad alguna y, a mayores, fue severa e incomprensiblemente recortada en el curso 2020/2021, precisamente cuando (ante una situación que debe servir de acicate y no de excusa) más apoyo necesitaban los centros educativos”.
Para López Moro “sería cuando menos exigible la adaptación de la programación a la coyuntural situación generada por la pandemia, pero dicha esencial tarea, tampoco fue llevada a cabo”.