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Oblanca: “Los militares temporales de tropa y marinería, que deben abandonar las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 años, precisan de alternativas laborales”

por dircomunicacion

“Hasta que se apliquen las medidas aprobadas en el Congreso, el Gobierno debería dar un margen de dos años más a la tropa que está en el tramo final de su compromiso de larga duración”

“No olvidamos la extraordinaria, dura y arriesgada labor de nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de la trágica pandemia”

“El general Villarroya era su JEMAD y en estos difíciles momentos personales de su cese por seguir un controvertido protocolo de vacunación, también es momento de reconocerle la tarea abnegada y muy bien hecha frente a la Covid y en los diferentes ámbitos de nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de 2020”

26 de enero de 2021 (Madrid).- El diputado nacional de FORO Asturias, Isidro Martínez Oblanca, intervino esta tarde durante la comparecencia de la Subsecretaria de Defensa, para informar sobre el grado de implantación y ejecución de las medidas recogidas en el Informe de la Subcomisión para el estudio del régimen profesional de los militares de tropa y marinería de las Fuerzas Armadas, en el que se proponía la adopción de 40 medidas vinculadas con aspectos de formación, de reinserción en el ámbito civil, sobre cultura de defensa, en relación a otras Administraciones Públicas, sector privado y de seguimiento y control de implementación, así como instrucciones que se hayan emitido y desarrollado en el ámbito de la Administración para garantizar la implementación de las medidas propuestas u otras alternativas o complementarias a las mismas.

En su intervención, el diputado de FORO recalcó que “los militares temporales de tropa y marinería, que deben abandonar las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 años, precisan de alternativas laborales” y que “hasta que se apliquen las medidas aprobadas en el Congreso el Gobierno debería dar un margen de dos años a la tropa que está en el tramo final de su compromiso de larga duración”.

“El problema de fondo de este asunto es la Ley de Tropa y Marinería del año 2006, elaborada cinco años después de la desaparición del servicio militar obligatorio en 2001 porque las necesidades de la Defensa tienen que ser acometidas, renovadas y presupuestadas con visión del siglo XXI, y dicha Ley, en interés nacional, precisa de una gran reforma”.

Oblanca afirmó que “no olvidamos la extraordinaria, dura y arriesgada labor de nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de la trágica pandemia. El general Villarroya era su JEMAD y en estos momentos personales difíciles de su cese por seguir un controvertido protocolo de vacunación, también es momento de reconocerle la tarea abnegada y muy bien hecha frente al Covid y en los diferentes ámbitos de nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de 2020”.

Intervención íntegra del diputado nacional de FORO Asturias ante la Comisión de Defensa:

«Muchas gracias, señor presidente.

Muchas gracias, señora subsecretaria de estado de Defensa por su comparecencia tanto a petición propia como por iniciativa del Grupo Popular para explicarnos las medidas adoptadas al objeto de mejorar la formación y salidas laborales para los militares temporales de tropa y marinería, que deben abandonar las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 años.

Antes de centrarme en este asunto, quisiera señalar, señor presidente, puesto que ha sido cuestión de actualidad en los últimos días, que por grande que sea la polémica, los españoles no olvidamos la extraordinaria, dura y arriesgada labor de nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de la trágica pandemia. El general Villarroya era su JEMAD y en estos momentos personales difíciles de su cese por seguir un controvertido protocolo de vacunación, también es momento de agradecerle y reconocerle la tarea abnegada y muy bien hecha frente al Covid.

Señorías, señora subsecretaria, como ya se ha recordado, en la XII Legislatura se creó una subcomisión en la que comparecieron una treintena de especialistas y, a finales de 2018, se elaboró un amplio abanico de cuarenta medidas que fueron aprobadas, si bien entonces no alcanzaron la unanimidad parlamentaria. Fueron medidas aprobadas por un órgano del que no formaban parte representantes de partidos y grupos políticos que hoy, sin embargo, tienen una importante presencia en las Cortes Generales, aunque yo considero que son muy válidas y, en todo caso, son el producto de un meticuloso trabajo parlamentario que quiero poner en valor y agradecérselo a quienes participaron en él.  

Resulta oportuno recordar que en el informe de aquella subcomisión las 40 propuestas que se englobaron en diez bloques de medidas.

También somos conocedores del interés del Ministerio en este asunto, y, de hecho, en la primera comparecencia de la titular del departamento, la señora Robles, cuando asumió por vez primera la responsabilidad del Ministerio hace más de dos años y medio, ya manifestó ser consciente del problema y -cito literalmente sus propias palabras tomadas del Diario de Sesiones del 27 de junio de 2018-  dijo que “no somos ajenos y en el que estamos trabajando, tanto para los que están en esa situación actualmente como, sobre todo, para tratar de conseguir, por la vía de la formación, por la vía de la enseñanza, que puedan tener un reintegro en la vida civil cuando llegue el momento”.

Señorías, en todo caso, estamos -creo yo, y con más motivo dado que pasan los años y seguimos en las mismas- ante la urgencia de dar respuesta a las reclamaciones que se vienen realizando por parte de las asociaciones que representan a los afectados y por testimonios personales que nos están trasladando. Y, al tiempo, estamos también ante un gran desafío cuya respuesta se complica más y más como secuela de la tragedia del coronavirus que tiene unas complejas derivadas económicas y sociales que obligan a recomponer la crítica situación para toda la sociedad.

Pero resulta necesario avanzar y me temo que no se ha avanzado, ni siquiera adoptando medidas provisionales. Hace unos meses respaldé una Proposición no de Ley que promovía una solución temporal para dar un margen de dos años a la tropa que está en el tramo final de su compromiso de larga duración. La iniciativa fue rechazada por la mayoría de esta Comisión de Defensa, pero me continúa pareciendo necesaria y útil en tanto no se acometan medidas que proporcionen resultados concretos para dar soluciones a este tema.

Asimismo, también me parece imprescindible que los diputados dispongamos de un informe pormenorizado sobre el grado de desarrollo de las medidas aprobadas por aquella subcomisión. No me parece tan difícil que el Ministerio nos indique con datos qué cosas se han podido hacer, qué cosas quedan pendientes y por qué. De hecho, aquella subcomisión para el estudio del régimen profesional de los militares de tropa y marinería de las Fuerzas Armadas encomendó al Observatorio de la Vida Militar, en la última de sus 40 medidas, el seguimiento de la acciones que se concretan en este Informe, en su condición de órgano colegiado, de carácter asesor y consultivo de las Cortes Generales para el análisis permanente de la condición de militar y de la forma con que el Estado vela por los intereses de los miembros de las Fuerzas Armadas. El resultado del seguimiento se incorporará a su memoria anual con las recomendaciones que, en su caso, considere pertinentes formular al respecto.

Lo dije a finales de septiembre, han pasado cuatro meses y su comparecencia de esta tarde, señora Valcarce García, y se lo expreso con el mayor respeto, la entiendo como un compendio de buenas intenciones que mucho me temo que no se van a ver plasmadas en el corto plazo y que nos mantendrán hablando de esta cuestión, dándole vueltas, sin encontrar la respuesta que se merecen estos hombres y mujeres que han servido profesionalmente a nuestra Patria. También en su primera comparecencia de esta XIV Legislatura, la ministra Robles ya nos trasladó su insatisfacción por cómo estaban las cosas y su deseo de hacer mucho más. Un año después estamos instalados en el ver veremos.

Repasaré con mucha atención lo que Vd. nos ha explicado hoy en esta Comparecencia, pero, sobre todo, quiero resaltar y recalcar el que, para mí, sin duda, es el problema de fondo de este asunto: la Ley de Tropa y Marinería del año 2006, elaborada cinco años después de la desaparición del servicio militar obligatorio en 2001.

El tiempo vuela, y las necesidades de la Defensa tienen que ser acometidas, renovadas y presupuestadas con visión del siglo XXI, y dicha Ley, en interés nacional, precisa de una gran reforma o de pasarla al archivo tras ser sustituida por otra dado que las necesidades de recursos humanos han cambiado muchísimo en el orden interno de nuestras Fuerzas armadas y también ha cambiado la participación de España en el contexto internacional en el que tenemos un papel importante y unos compromisos que nos abocan a un trabajo conjunto con otros países también en materia de Defensa. Esa iniciativa de reforma legislativa tiene que partir del Gobierno porque esta es una “materia de Estado”, ajena a visiones partidistas o a estrategias partidarias. Mientras no se produzca esa iniciativa y en las Cortes Generales no se acometan los cambios legislativos, se van a agudizar los problemas en materia de Defensa y no solo los que afectan al personal que cumple 45 años cuyo compromiso temporal está regulado en el Capítulo III de esta Ley de Tropa y Marinería, singularmente en el artículo 10.

Para esa iniciativa de reforma Legislativa o para disponer de una nueva Ley, hace falta buscar consensos políticos y -no me duelen prendas en decirlo- está al frente del Ministerio la señora Robles que la considero muy capaz para forjar ese alto grado de acuerdo para afrontar cambios de calado en esta materia fundamental para España. O, al menos, me parece a mí que cuenta con una base de partida amplia. Desde luego tendrá la aportación y la disposición de FORO Asturias.

Muchas gracias, señor presidente».

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