Por Jesús Martínez Salvador, en La Nueva España
A punto de iniciar el verano de 2021 y llegados al ecuador del mandato en el Ayuntamiento de Gijón, toca reflexionar y hacer balance.
El primer año de Gobierno de PSOE e IU estuvo marcado en sus inicios por la inacción, la subida de sueldos de sus miembros y el incremento de impuestos, y posteriormente por la terrible pandemia que ha seguido condicionando el actual ejercicio, en el que hemos seguido sufriendo el regreso de la peor cara del PSOE gijonés, el que no dialoga y quiere aplicar una mayoría absoluta cuando no la tiene.
Ana González y su equipo incrementaron la crispación ciudadana; sembraron la polémica de la Universidad Laboral al rechazar que fuese declarada Patrimonio de la Humanidad; culparon a los piragüistas y al anillo navegable de la contaminación en el río Piles, tiraron por la borda importantes e históricos consensos alcanzados en el mandato anterior, como la centralidad de la estación intermodal del Plan de Vías; rechazaron que la Casa Paquet sea un albergue de peregrinos de referencia, abandonaron el Jardín Botánico y eliminaron el Arcu Atlánticu y la Semana Mágica de Gijón por su sectarismo político, por su objetivo de borrar toda huella de FORO.
Las ocurrencias en Movilidad son un capítulo aparte. El tráfico en Gijón no era un problema hasta la llegada de este Gobierno. En otras ciudades el concejal de movilidad soluciona problemas; en Gijón los crea. Tenemos un ejemplo clarividente en la reforma provisional del Muro o en la avenida de El Molinón, que he estado levantada y cerrada más de dos años. Confunden pacificar y hacer una ciudad más amable con destruirla.
Desde los inicios del mandato de PSOE e IU hemos sido testigos de la supresión de todo intento de participación ciudadana y eso se paga. Existe un descontento generalizado en casi todos los barrios y parroquias y hemos vivido más protestas ciudadanas que nunca.
Gijón se mueve a un ritmo excesivamente lento, y ello se refleja en la concesión de licencias de obras, de instalación de terrazas hosteleras o en la tramitación de cualquier papeleo (compras, subvenciones, etcétera). Además, en nuestro municipio, tanto en la zona rural como en la urbana, hay un déficit de limpieza y mantenimiento.
Desde FORO Asturias seguiremos trabajando con propuestas de solución para contribuir a la mejora económica y social de Gijón. Tenemos grandes retos y prioridades muy claras: la primera, el reforzamiento del sistema sanitario que en Gijón tiene en la ampliación del Hospital de Cabueñes una primera prueba de fuego; la mejora de la cobertura de los servicios sociales ante el incremento de las personas en riesgo de exclusión social y la ejecución de los proyectos importantes que llevan años pendientes por la inacción de otras administraciones. Nos referimos al Plan de Vías bajo los criterios con los que fue firmado; la depuración de las aguas residuales; la autopista del mar; los accesos al Musel; la Zalia; la puesta en marcha de la regasificadora, y más equipamientos e infraestructuras que nuestra ciudad necesita.