El Ayuntamiento de Gijón anunció esta mañana que asumirá el coste del derribo del edificio Flex. BBVA remitió un escrito al Ayuntamiento reconociéndose como titulares de la nave y, con el objetivo de resolver el problema cuanto antes, será el Consistorio quien derribará el edificio y después reclamará al banco los costes de la misma para su reingreso en las arcas municipales.
El concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, informó del inicio del expediente de contratación para la redacción del proyecto de demolición con el objetivo de recibirlo antes de finalizar el mes de abril. También se llevará al pleno del mes de mayo la modificación presupuestaria de 600.000 euros para llevar a cabo el derribo. Una vez aprobada y tras finalizar el plazo de 30 días de exposición pública, se licitará la demolición. Urbanismo prevé que los trabajos terminen antes de finalizar el año.
“Nuestro compromiso con los vecinos de la zona es total”, remarcó el segundo teniente de Alcaldesa. “Les dijimos que no íbamos a fallarles y no lo hemos hecho”, incidió.