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Por Jesús Martínez Salvador, en El Comercio
Tuve la oportunidad de acudir el pasado miércoles a una reunión del Consejo Social de la ciudad donde la alcaldesa, acompañada de dos cargos de confianza del gobierno, expusieron las bondades de ubicar la estación en Moreda y los problemas de ejecutarla en el entorno del Museo del Ferrocarril. Un ejercicio de parcialidad resumiendo un estudio informativo de más de 4.000 páginas en una presentación de ‘power point’ que ensalza algunas supuestas virtudes y se ocultan otras muchas que al gobierno no le interesa difundir. Un caramelo envenenado que le ofrece a la ciudad, fiando todo a una declaración de impacto ambiental de hace 15 años. A cualquier gijonés con memoria le viene a la cabeza cómo, por actuar con esa misma prepotencia, hoy tenemos una depuradora y una regasificadora paralizadas.
Además, se esgrimieron por parte de la máxima regidora de la ciudad argumentos que no son ciertos, como que la anterior Corporación municipal rompió un consenso de tres administraciones de diferente signo. Mostrando un profundo desconocimiento de la historia de nuestra ciudad, o lo que es peor, intentando engañar al auditorio. Imaginamos además que hizo lo mismo en todas las reuniones de los consejos de distrito que fue manteniendo los días precedentes. Le recuerdo a la señora González que fue el PSOE el que, de modo unilateral, decidió eliminar la centralidad y el soterramiento de la estación retrasándola a Moreda. Ni los representantes vecinales ni el resto de partidos con representación en aquel momento lo suscribieron.
También la alcaldesa nos solicitó a los representantes de FORO y del Partido Popular que le diéramos un plazo de ejecución de las obras. Algo que demuestra nuevamente el absoluto desconocimiento que tiene sobre este proyecto. No tiene más que abrir el convenio que el año pasado firmaron el ministro socialista José Luis Ábalos, el consejero socialista Fernando Lastra y la alcaldesa Carmen Moriyón, para ir a sus páginas 36 y 37 y observar el calendario de programación de actuaciones 2019-2025. Un calendario, eso sí, que ya se ha visto 12 meses retrasado por la demora del ministerio de Ábalos en presentar el estudio informativo. ¿No será ella quien tiene que asegurar, por escrito, el calendario de las obras si rompe el convenio y se lleva la estación a Moreda? ¿No será ella la que tiene que poner certidumbre al ser quien va a romper lo que las tres administraciones firmaron y asumieron?
Además, se publicaba ayer en este diario, que la decisión de cambiar la ubicación y por tanto hacer añicos el consenso y el convenio es firme y está decidida. Y que así se lo hará saber al consejo de administración de Gijón al Norte. Pues le adelanto que si no tiene el respaldo de la mayoría absoluta del Pleno no lo podrá hacer y que no puede seguir ignorando a los representantes de la mayoría de esta ciudad ni a los representantes vecinales. No espere que nos quedemos sentados contemplando cómo vulnera a la democracia.