“La epidemia de gripe en Asturias no es un fenómeno extraño, novedoso ni inesperado, sino que es algo recurrente y, por tanto, previsible”
“Es obligación de la Consejería de Salud, para lograr contar con una plantilla estable, no espantar a los profesionales, sino hacer de Asturias un lugar atractivo para ellos”
“Frente a un fenómeno recurrente como la epidemia de gripe, que se repite todos los años, cabría esperar que alguna vez, aunque solo fuese por casualidad, estuviésemos preparados”
El secretario general y portavoz de FORO en la Junta General, Adrián Pumares, preguntó esta mañana en el Pleno de la Junta General al Consejero de Salud, Pablo Ignacio Fernández, acerca de las medidas urgentes de refuerzo que desde su consejería se han tomado para hacer frente a la epidemia de gripe que sufrimos en Asturias a lo largo del mes de enero. Según Pumares, “a pesar del ingente esfuerzo que ponen los profesionales sanitarios para cumplir con sus obligaciones, los sucesivos Gobiernos Socialistas hacen que la sanidad asturiana viva en un perpetuo día de la marmota, con falta de personal, falta de material y ausencia total de planificación”.
El dirigente forista hizo hincapié en que “la epidemia de gripe en Asturias no es un fenómeno extraño, novedoso ni inesperado, sino que es algo recurrente y, por tanto, previsible, anticipable y planificable”.
Pumares afirmó que “comprar material o contratar personal eventual cuando algunos hospitales se ven colapsados no es solución al problema, porque lo que se necesita es contar con una plantilla más estable y con mayor dotación material”. En ese sentido, el portavoz de FORO replicó al consejero que “es su obligación, para lograr contar con una plantilla estable, no espantar a los profesionales, sino hacer de Asturias un lugar atractivo para ellos. Y es que, con menores retribuciones que en las comunidades vecinas, con la carrera profesional sin desarrollar, y con problemas en la exención de guardias de los facultativos mayores de 5 años, en la baja de las profesionales embarazadas, o con la exclusividad, Asturias no e hoy un destino atractivo para los profesionales sanitarios”.
Pumares finalizó su intervención manifestando que “frente a un fenómeno recurrente como la epidemia de gripe, que se repite todos los años, cabría esperar que alguna vez, aunque solo fuese por casualidad, estuviésemos preparados para hacerle frente”.
INTERVENCIÓN EN EL TURNO DE RÉPLICA
Gracias Presidente,
Señor Consejero,
El pasado domingo, 2 de febrero, se celebró en Pensilvania el famoso día de la marmota, fiesta todavía más conocida gracias a la película protagonizada por Bill Murray, en la que un reportero revivía el mismo día una y otra vez. Y algo parecido es lo que le pasa a la sanidad asturiana, señor consejero, porque nada cambia y todo se repite. Salvo el cambio de nombre del Consejero, eso sí. A pesar de contar con unos profesionales que se dejan la piel para atender sus obligaciones, cada año por estas fechas vuelve a pasar lo mismo: hospitales colapsados y profesionales sanitarios desbordados.
A principios de enero, podíamos leer cómo el Hospital de Cabueñes se veía colapsado por la gripe. Hubo 27 habitaciones con una única cama que pasaron a ser habitaciones dobles, y 69 habitaciones dobles que no hubo más remedio que convertir en triples. Además, 16 pacientes tuvieron que ser derivados a hospitales concertados.
Esta epidemia muestra una vez más (por eso lo del día de la marmota) las condiciones reales de la sanidad asturiana, donde faltan profesionales y medios materiales. De nada sirve contratar personal eventual, como han vuelto a hacer en esta reedición de la película, en una situación como la vivida las últimas semanas, porque lo que hace falta es contar con una plantilla más estable, que evite empeorar el servicio o cerrar plantas de hospitales cuando llega una epidemia de gripe, que no es algo novedoso o inesperado sino todo lo contrario: recurrente, y por tanto previsible, anticipable y planificable. Tampoco arregla nada ponerse a comprar camillas u otro material en casos de urgencia, sino que, insisto, necesitamos una mejor planificación.
Como le recuerdo siempre, para contar con una plantilla estable, es su obligación no espantar a los profesionales, sino darles incentivos que les hagan atractivo trabajar en Asturias. Necesitamos convertir esta región en un buen destino para los centenares de profesionales sanitarios que cada año deben elegir destino, y para ello hacen falta medidas específicamente dirigidas a ese objetivo. Conviene recordarle que las retribuciones en nuestra región son muy inferiores a las de las comunidades vecinas, que no está plenamente desarrollada la carrera profesional, que existe un problema con la exención de guardias de los facultativos mayores de 55 años, o con las bajas de las profesionales que quedan embarazadas. Estos asuntos, que parecen menores cuando usted los plantea (y que lo mismo caen dentro de la categoría de carencias de Asturias que hacemos mal en airear para no manchar nuestra imagen), tienen repercusión directa en la calidad del servicio cuando llega una epidemia de gripe; y permítame ser insistente: la gripe en Asturias no es un fenómeno raro, sino que es algo que se repite todos los años, uno detrás de otro; y en algún momento, aunque solo fuese por casualidad, deberíamos estar preparados.