“Hace un año se cerró Vesuvius, en Langreo, y la Mesa reindustrializadora que se creó para encontrar alternativas laborales no ha encontrado nada”
“Vauste, la antigua Monroe de Gijón, ha anunciado 80 despidos, y otro medio centenar de trabajadores quedan en ERTE, a la espera del devenir. ¿Qué está haciendo el Gobierno para evitar hoy el cierre de esta fábrica? La única respuesta que encuentro es un ministerio el de Transición Ecológica, y a su titular, haciendo declaraciones lesivas para el sector de la automoción”
“Con datos oficiales en la mano, es palmaria y muy aguda la merma de participación del sector industrial en el PIB nacional”
“En el Ministerio de Industria no pueden ponerse de perfil ante hechos irrefutables de consecuencias nefastas como son los disparatados costes de producción derivados de la energía que se paga en España”
El diputado de FORO, Isidro Martínez Oblanca, intervino en la comparecencia del Secretario General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, señor Blanco Díaz, ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo el pasado día 9 de septiembre.
Durante su intervención, el diputado asturiano reclamó al ministerio de Industria que reclamase “tranquilidad a los trabajadores que hoy tienen su empleo colgando de un hilo, y esperanza de encontrarlo a quienes lo han perdido”, y recordó que “rara es la semana en que algún grupo de trabajadores no se vea inmerso en situaciones críticas, y con frecuencia irreversibles, a veces incluso con el ministerio de por medio, caso de la venta de Alcoa a Alu Ibérica” así como el cierre de “Vesuvius, en Langreo, cierre para el que la Mesa reindustrializadora que se creó para encontrar alternativas laborales no ha concedido nada” y el de Vauste, la antigua Monroe de Gijón que “ha anunciado 80 despidos, y otro medio centenar de trabajadores quedan en ERTE, a la espera del devenir.”
Sobre Vauste, Oblanca se preguntó “¿qué está haciendo el Gobierno para evitar hoy el cierre de esta fábrica?” y sentenció que “la única respuesta que encuentro es un ministerio, el mismo, el de Transición Ecológica, y a su titular, haciendo declaraciones lesivas para el conjunto del sector de la automoción”.
El diputado criticó además las “medidas irresponsables que zarandean a sectores capitales, como los relacionados con la automoción o la electrointensiva”, y afeó que el Ministerio de Industria se “ponga de perfil ante hechos irrefutales de consecuencias nefastas” mencionando, entre otros, los disparatados costes de producción “derivados de la energía que se paga en España, y que impiden competir a nuestras empresas en términos de igualdad con otros países europeos y del resto del mundo”.
Oblanca finalizó su intervención indicando que “con datos oficiales en la mano, es palmaria y muy aguda la merma de participación del sector industrial en el PIB nacional” y lamentó que aunque la pertenencia a la Unión Europea aboque a España al objetivo del 20% del PIB en 2020, ya antes de la pandemia “el declive industrial era evidente, y en lugar de que España se aproximase a los objetivos europeos, nos estamos alejando, y mucho, lo que se traduce en una paulatina destrucción del tejido productivo industrial y del empleo”.
Intervención del diputado de FORO, Isidro Martínez Oblanca, en la comparecencia del Secretario General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, señor Blanco Díaz, ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo celebrada en la tarde del 9 de septiembre de 2020
«Muchas gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señor secretario general de Industria y la Pequeña y Mediana Empresa. Muchas gracias por su comparecencia y por los datos que nos ha facilitado.
Soy diputado por Asturias, y quiero aprovechar su presencia en esta comisión para hablar de la industria, factor clave en la economía de mi tierra, y vital para decenas de miles de personas y grandes comarcas de población.
La deriva de la industria española es muy preocupante. Lo era antes de iniciarse esta trágica pandemia, que tiene también un grave impacto sobre las empresas y sobre los puestos de trabajo. Recojo sus buenas intenciones sobre reforzar el peso industrial de la economía española, pero con todo respeto personal hacia quienes, como usted, tienen altas responsabilidades en el ministerio, vuelvo a reclamar que asuman sus competencias y que se erijan en defensores de la industria, sin consentir las injerencias e intromisiones de sus colegas de transición ecológica, que tantísimo perjuicio están haciendo con sus medidas irresponsables que zarandean a sectores capitales, como los relacionados con la automoción o la electrointensiva.
En el Ministerio de Industria no pueden ponerse de perfil ante hechos irrefutables de consecuencias nefastas. Le voy a referir uno, al que ya ha hecho alusión la anterior portavoz que me precedió: los disparatados costes de producción derivados de la energía que se paga en España, y que impiden competir a nuestras empresas en términos de igualdad con otros países europeos y del resto del mundo.
Desde hace casi dos años el Gobierno ha incumplido sus propios compromisos para dotarnos de un estatuto del consumidor electrointensivo, y mucho nos tememos que, cuando lo aprueben, será otra engañifa, haciendo trizas las alegaciones que han presentado, y singularmente las que presentó el partido al que represento. Usted ha dicho que se va a aprobar en octubre. Ya veremos, y cómo.
El Gobierno tampoco se ha aplicado a defender en Bruselas la aplicación de aranceles a la importación de productos elaborados por países que incumplen con las exigencias medioambientales y laborales, y que, por lo tanto, pueden ofrecer productos en el mercado a precios más baratos.
En todo caso, habrá observado usted que, entre los grupos parlamentarios, ha ido creciendo paulatinamente la preocupación por la industria. Esta mañana hemos debatido en la sesión plenaria sobre cuestiones industriales, pero es que, a lo largo del estado de alarma, también se han reiterado los debates, y dentro de una semana ya se ha incorporado al orden del día una proposición no de ley sobre estas cuestiones.
Señor Blanco, mientras le escuchaba la retahíla de indicadores con los que usted se confesaba prudentemente optimista de cara al futuro, pensaba yo que tiene usted, como se decía popularmente, más moral que el Alcoyano. Rara es la semana en que algún grupo de trabajadores no se vea inmerso en situaciones críticas, y con frecuencia irreversibles, a veces incluso con el ministerio de por medio, caso de la venta de Alcoa a Alu Ibérica, que ha derivado en un gran engaño que los trabajadores denominan “proyecto Maroto”.
Le pido que el ministerio traslade tranquilidad a los trabajadores que hoy tienen su empleo colgando de un hilo, y que traslade también esperanza de encontrarlo a quienes lo han perdido.
Hace un año se cerró Vesuvius, en Langreo, y la Mesa reindustrializadora que se creó para encontrar alternativas laborales no ha concedido nada. En Vauste, la antigua Monroe de Gijón ha anunciado 80 despidos, y otro medio centenar de trabajadores quedan en ERTE, a la espera del devenir.
Hace siete años, el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, intervino para evitar el cierre de la fábrica, y lo consiguió. Como los gijoneses somos gente agradecida, le hemos dedicado una calle. Pero, en todo caso, me pregunto y le pregunto: ¿qué está haciendo el Gobierno para evitar hoy el cierre de esta fábrica? La única respuesta que encuentro es un ministerio, el mismo, el de Transición Ecológica, y a su titular, haciendo declaraciones lesivas para el conjunto del sector de la automoción.
Concluyo, señor presidente, y le pido al secretario general de Industria que el Gobierno se afane en la puesta en marcha de un pacto de Estado, tal y como ha señalado la señora Moraleja en su intervención. Con datos oficiales en la mano, es palmaria y muy aguda la merma de participación del sector industrial en el PIB nacional.
Nuestra pertenencia a la Unión Europea nos abocaba el objetivo del 20 % del PIB en este año, en 2020. Pero ya antes de la pandemia el declive industrial era evidente, y en lugar de que España se aproximase a los objetivos europeos, nos estamos alejando, y mucho, lo que se traduce en una paulatina destrucción del tejido productivo industrial y del empleo.
Señor Blanco, antes del coronavirus, en 2019, en España se perdían miles de empleos industriales que antaño eran estables. En Asturias, por citarle nuevamente mi tierra, casi 5000, y la política del Gobierno sigue hoy por aquellos derroteros, y lamentablemente por el mismo camino se llega al mismo destino. Necesitamos una política industrial comprometida, y que el Gobierno del que usted forma parte, el ministerio del que usted forma parte destacada, se implique a fondo sin admitir injerencias, sin fuego amigo, para remontar este terrorífico dato del INE, que reflejó hace tres meses el mayor desplome histórico de la industria española y, por lo tanto, un dato irrefutable.
Gracias, señor presidente».
Fotografía publicada en El Comercio